22 febrero 2023

Nuevos rebeldes (1989)

 




A la vez que Carlos Saura (a ver si saco tiempo para ver una película suya), fallecía el director británico Hugh Hudson.
A la inmensa mayoría este nombre no le será familiar, y para mi tampoco lo era, pero comprobé que entre su escasa filmografía, sobresalía un título por encima de todos, que le valió una nominación al Óscar a mejor director, como es Carros de Fuego.

Una película que ya vale una carrera. Pero además vi un segundo título destacado entre su filmografía, Greystoke: La leyenda de Tarzán.
Así que decidí ver esta película que tenía marcada como candidata.

Me sorprende que para ser una película de un director nominado al Óscar y con ese título, irremediablemente evoca a la película de culto Rebeldes (1983), con posiblemente el mejor reparto juvenil de la historia, no tuviera ningún eco, y yo la desconocía totalmente, incluso a pesar de tener entre el reparto a Donald Sutherland.


Nunca los jóvenes tuvieron tanto peso y tanta importancia en el cine como en la década de los 80. De hecho algunos de los actores más afamados a día de hoy empezaron sus carreras en esta época. No sé la proporción pero no creo que esté muy lejos de que una de cada tres películas de los 80 eran juveniles.

Y dentro de este gran abanico de películas podríamos decir que quizás, en torno al 70% podrían ser comedias y el resto otros géneros. Dentro del drama podríamos decir que predominaban las películas sobre drogas, problemas familiares y de pandillas, estando estos dos últimos presentes aquí, pero casi sólo en el contexto de la película, ya que la película está centrada en el ámbito psiquiátrico.

Esta película describe parte de la cultura de los 80, especialmente entre los estadounidenses blancos. En pleno boom general de todos los aspectos de la sociedad, se adoraba la codicia y el dinero. En esta búsqueda de tener todas las cosas mejores de la vida, que a menudo se debe a que tanto el padre como la madre tienen carreras y trabajos de éxito, los niños se pierden y se aburren y recurren a cosas como las drogas, el sexo, el alcohol, las fiestas sin parar, la imprudencia, las pandillas, etc. Uno de los motivos de vida entre los jóvenes eran las pandillas y muchos jóvenes sucumbieron a eso, en su búsqueda por querer sentirse parte de algo y parecer importantes

Quizás por todo ello sea una película un tanto extraña en esa época y quizás también por eso no funcionó muy bien, y a día de hoy es una película prácticamente desconocida.


El mayor valor de la película son las actuaciones de su protagonista, Adam Horovitz, al que había visto sólo una vez y que ahora he descubierto que era miembro del grupo musical Beastie Boys, un conjunto que en mi opinión hacía una música un tanto siniestra y que no pega nada con el aspecto físico atractivo del actor. Y por supuesto el gran aporte de Donald Sutherland, un actor que cuando yo era más jóven no me gustaba, y que con el paso del tiempo he ido descubriendo buenas actuaciones y buenas películas suyas, considerándolo hoy en día como un aliciente a la hora de elegir una película para ver.

Un actor ya en el club de los mayores de 85 años, casi siempre con papeles serios, agrios o desagradables, pero siempre sobrios y notables.










Valoración:                              6/10














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