17 marzo 2024

Harley (1991)

 




Siempre he tenido en buena estima tanto al protagonista de hoy, Lou Diamond Phillips, como a Esai Morales, desde que vi la interpretación de ambos en la película La Bamba, y por eso de vez en cuando me gusta ver algo suyo, aunque me parece bastante mejor actor Morales.

Me sorprendió que para ser una película de 1991, el aspecto de Phillips pareciera de adolescente, y es que luego investigando, encontré que la película se rodó en 1984, pero no se estrenó hasta 1991, en uno de los intervalos de tiempo mayores que recuerdo entre fecha de rodaje y salida a la luz de la película. Estamos por tanto, ante el primero o uno de los primeros trabajos de este actor.

Nacido en Filipinas, aunque con ascendencias diversas y distantes por sus antecesores, su aspecto exótico le ayudó a ser un actor popular e importante a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, aunque no en películas típicas de esa década, si no más bien preferentemente en el género de acción.


Aunque el título y el cartel de la película pudieran hacer pensar que estábamos ante una película de motoristas, nada más lejos de la realidad, el peso de la moto en la película es mínimo, así que si alguien se plantea verla pensando en encontrarse una película con temática motera que se olvide por completo porque se sentirá totalmente decepcionado.

En cambio nos encontramos una película rural, educativa, con caballos, algunos atardeceres interesantes, pero poco desarrollo y no excesivo interés. Tan solo el papel del padre de familia tiene algo de interés, además del de Lou Diamond Phillips, el resto se reparten entre personajes sosos e intrascendentes o tipos ridículos que no tienen mucho sentido.

Harley se hizo al mismo tiempo que Dakota, la otra película de Lou Diamond Phillips basada en Texas. En su tiempo de ejecución original, Harley tiene un mensaje cristiano más explícito.

Desafortunadamente, la escena en la que le explican al conflictivo personaje protagonista los beneficios de su fé se elimina. En la copia que se puede conseguir no existe esa escena, pero parece ser que si que existió. Sin esa escena, el resto de la película es difícil de comprender, y sólo sabiendo de que existía se puede analizar y asimilar mejor el cambio de comportamiento del personaje interpretado por Phillips.


No obstante, para gente muy creyente como yo, es más fácil de interpretar, pero quizás no se quiso que fuera tan explícito, y simplemente darle importancia a la unidad familiar y a intentar ser buenas personas, ayudar a los demás, sin importar o resaltar ninguna religión.

Un buen mensaje en una película discreta, como deberíamos ser los cristianos, un poco austera en recursos, duración, personajes, también cualidad la austeridad de un buen hombre de fé, pero un tanto insípida como película.









Valoración:                                    5/10













15 marzo 2024

Sierra (1950)

 





Antiguamente, con muchos menos canales de televisión, o incluso con solo dos, era muy frecuente la emisión de un Western, por lo menos los fines de semana después del telediario. Hoy en día, es un género bastante marginado, y hay que buscarse la vida para poder ver algunos westerns menos habituales.

Pero en cierto modo es comprensible, no es un producto que la juventud creo que valore, ya que no lo han conocido desde pequeños en casa como en mi caso, y la parrilla de televisión no se suele hacer pensando en la gente mayor, que son a día de hoy los más potenciales espectadores de este tipo de películas.

De todas maneras bastantes películas del oeste (se debieron filmar miles de ellas), son sosas, muy parecidas entre ellas o predecibles y no dan para mucho comentario, pera ésta me pareció bastante diferente a lo habitual.


Y uno de los factores diferenciadores de una película del oeste y que potencia de manera exponencial la valoración de las mismas, por lo menos en mi caso, es el entorno en el que se rueda. Por eso, algunas de las películas rodadas en el Monument Valley están entre mis favoritas, o por ejemplo también El oro de MacKenna, rodado en el vecino Cañón de Chelly.

Por el contrario, las películas estándar, rodadas en un escenario habitual, el típico pueblo montado como set cinematográfico, o las que muestran paisajes demasiado áridos o poco atractivos (incluídos los Spaghetti Westerns rodados en Almería, que no son muy de mi agrado), no acaban de atraerme.

En este caso, el rodaje está dentro de Utah (que junto con Arizona son de mis estados favoritos de los Estados Unidos, por su riqueza natural), en algunas localizaciones que nunca había visto, y que me resultaron pintorescas, atractivas e interesantes para situar la trama de una película.

De todas maneras el rodaje no pareció sencillo. El 29 de septiembre de 1949, cuatro caballos resultaron heridos y dos murieron mientras filmaban la escena de una estampida de caballos. Ese mismo día, una tormenta que duró 30 minutos provocó una inundación repentina que arruinó equipo fotográfico Technicolor valorado en alrededor de 10.000 dólares. 

La protagonista femenia, Wanda Hendrix llegó al rodaje con una fractura en el pie que todavía le dolía y que había sufrido antes. Tenía hemorragias nasales y dificultad para respirar debido a la altitud de Utah, y en una escena, unas avispas amarillas la picaron en el cuello. Por su lado, el protagonista masculino, Audie Murphy, que ya padecía úlceras, pesadillas y trastorno de estrés postraumático por sus experiencias de guerra, tenía graves grietas y ampollas en los labios debido al sol y literalmente no podía sonreír debido al dolor.

Ámbos fueron matrimonio en la vida real y lo eran durante el rodaje de esta película, la única que compartieron, pero apenas duró un año, y poco después de la misma se separaron.
Una pareja no muy afortunada, ya que ámbos murieron muy jóvenes, él en 1971 con 46 años, y ella en 1981, con 52.


Mucho más longevos en cambio fueron los dos actores que aparecían como principal reclamo de la película, tanto Burl Ives, como Tony Curtis (ambos llegaron a los 85 años), pero sorprendentemente  Ives (famoso especialmente por su papel en La gata sobre el tejado del Zinc) tiene un papel principal pero no protagonista, haciendo de una especie de Sancho Panza del Oeste, pero Curtis apenas dice una frase al final de la película. Bien es cierto que estaba empezando y apenas contaba con 25 años, pero no es menos cierto que Murphy tan solo era un año mayor que él y que también estaba en sus inicios, ya que su primer papel había sido poco más de un año antes.

Parece ser que en sus memorias, Tony Curtis hizo referencia a esta película. Dice que poco después de la película se rompió el tempestuoso matrimonio de dos años de Murphy y Hendrix. Intentó salir con Hendrix, pero Murphy era un hombre celoso con un caso grave de estrés postraumático, secuela de la Guerra Mundial y toda la acción en la que Audie Murphy se convirtió en "nuestro soldado más condecorado". Curtis se describía a sí mismo como un joven y estúpido y que no pensaba con el cerebro. Después de este trabajo juntos se propuso evitar a Audie durante años.


Igual que durante un tiempo se podía decir que el actor clásico del Western era John Wayne, también se podría decir que el clásico del Western de Serie B era Audie Murphy (aunque físicamente en las antípodas, apenas medía 165 centímetros que casi le impidieron alistarse en el ejército), que se inició en el cine por la insistencia de James Cagney.

Fue soldado, distinguido por obtener el mayor número de condecoraciones existentes del Ejército de los Estados Unidos hasta el momento. En 27 meses de acción de combate en la Segunda Guerra Mundial, fue herido en tres ocasiones, y se le acreditó haber participado en más de 300 misiones y haber comandado muchas otras. Murphy se convirtió en el soldado estadounidense más condecorado de la Segunda Guerra Mundial. Recibió la Medalla de Honor, máximo galardón militar de Estados Unidos, por su valor, junto con otras 32 medallas de ese país, cinco de Francia y una de Bélgica

Además su infancia tampoco fue fácil. Su padre le abandonó y posteriormente murió su madre. Quedó huérfano con dieciséis años y con hermanos pequeños a los que mantener.

Una historia triste la de su vida y un ejemplo de valor y superación.


En definitva, lugares sorprendentes, buena fotografía y una historia bien argumentada se combinan para hacer una película bastante entretenida.










Valoración:                                6/10














12 marzo 2024

Aprovecha tu oportunidad (1988)






Como la anterior película que vi, aunque no me disgustó, no era justo lo que andaba buscando, elegí ésta, a la que le habría encajado a la perfección el título de la anterior, Un ligón en apuros, y que además tiene la curiosidad que el nombre del personaje principal de la película (John Rippley), guarda un gran parecido con el nombre del actor protagonista de la otra película (John Ritter), curiosidades y casulidades que me pasan!

Parece ser que el actor reconvertido a director (tiene un pequeño papel en esta película y yo le recuerdo por lo menos de un episodio de El Equipo A), basó el guión en una experiencia personal suya parecida a la del protagonista.

Ésta película, totalmente desconocida, posbilemente hoy no se haría, por las corrientes de pensamiento y la moral que se intenta imponer en la sociedad, y el papel que juegan las mujeres en la película, pero yo simplemente lo veo como una película (Ficción), y como un rato muy entretenido que pasé.

El caso es que, aunque pueda parecer, que muchas de las comedias de los ochenta se pueden parecer, y haya quien piense que vista una (o varias), vistas todas, a mi me ha parecido diferente, fresca entretenida y con bastantes matices interesantes que me han sorprendido y me han agradado.


Entre esos matices evidentemente, no puedo negar que destaque el de la actriz protagonista, Vanessa Angel (un nombre que a mi me suena maravillosamente), y la colección de sonrisas bonitas que se ven a lo largo de la película (evidentemente también hay una colección de cuerpos bonitos, algunas chicas que habían aparecido en la revista Playboy, pero no creo que tenga excesiva carga sexual, aunque la película tiene calificación R, que significa restringido, y que suele ser para mayores de 18 años). 

Ella estaba en su primer papel protagonista, y me parece que está francamente bien. Una actriz, como las que he visto últimamente (Kelly Lynch o Lori Singer), del club de chicas altas, esbeltas, guapas, que parece que se han ganado esos papeles por su innegable atractivo físico, pero que demuestra que también sabe interpretar.

Junto a ella, un desconocido para mi Bruce Greenwood, que me resulta un poco inexpresivo, pero que me parece que interpreta bien el personaje central, aunque casi parezca más un doble de un joven Kevin Costner.

La película tiene buenos recursos y variantes, escenas de bastante contraste entre sí, y me parece que están bien enlazados, no perdiendo ritmo en ningún momento ni haciéndola pesada, ni siendo excesivamente intuitiva. Incluso hay un pasaje extravagante, pero para mi muy curioso y entretenido, con imitadores de actores del cine clásico.

El último matiz interesante, una vez más en el cine de esta época, es la música de la misma, que no es que sea mucha (en la ficha de IMDb solo aparecen cuatro canciones), pero me sorprendieron muy gratamente, porque además no las conocía, Let's get serious y Forever I love you, interpretadas por Lenny McDaniel, la que también desconocía.

Aunque la película toma un aire romántico durante unos cinco minutos, no creo que para nada se pueda considerarla como tal, eso si, los minutos finales también lo son, y me parece un final bonito, tierno, feliz y muy romántico, pero a la vez muy ingenioso y muy buen colofón a la misma.


La película retrata simultáneamente actitudes sexistas combinadas con una crítica de las mismas, siempre siendo el protagonista un hombre, no recuerdo una mujer en un papel similar.
No obstante, se le puede sacar una buena moraleja a la película también (aunque ya he dicho, que es mejor verla como un rato muy entretenido), por un lado, pretende ser una película sobre los placeres de la monogamia y el compromiso, pero por otro también te insta a reflexionar y estar atento cuando realmente se presente alguien en tu vida que merezca cambiar hasta el más inflexible de tus principios por esa persona (por Vanessa Angel sin duda), y no desaprovechar la oportunidad, porque raramente las oportunidades se vuelven a presentar.

No dejes escapar la oportunidad de ver esta película, sobre todo si eres amante del cine de los ochenta, porque no me parece una más y seguro que te entretendrá (aunque reconozco que la película para mi tenía connotaciones especiales que la han hecho más especial que a un espectador más imparcial).











Valoración:                                      7/10













09 marzo 2024

Un ligón en apuros (1987)

 




Nunca he sido muy aficionado a las comedias románticas, aunque entiendo que tengan su público, y que en determinadas circunstancias personales sean casi obligatorias cada cierto tiempo, en especial en fechas o acontecimientos señalados. Yo más o menos he ido esquivándolas, y si veo una es por elección propia.

Para decidirme a ver una película de este género tiene que tener una premisa fundamental, y es un equilibrio entre la parte de comedia y la parte de romance, y cuando hablo de equilibrio no me refiero a que sea un cincuenta por ciento (imaginativamente, es imposible de calcular), de cada género, tiene que pesar mucho más la parte de comedia.

Para encontrar películas de este género que me gusten creo que es obligatorio buscarlas entre la década de los 80, como ésta.

Y es ahí donde encaja perfectamente John Ritter, un actor casi exclusivo de comedia, pero al que los años ochenta ya pillaron un poco más mayor, y no podía competir con los adolescentes que desembarcaban con mucha fuerza en el cine en esa época. Pero para papeles de este estilo, donde ya se necesita un actor más maduro, era el candidato ideal.
Un actor no muy conocido aquí en Europa, o si no eres muy aficionado a este tipo de películas, pero con buena reputación en Estados Unidos, que falleció prematuramente a los 55 años.

Y otra buena premisa para que este tipo de películas funcionen es que la actriz protagonista no sea excesivamente atractiva para comerse toda la atención de la misma.
Y creo que la elección de Connie Selleca fue bastante afortunada. Un nombre que siempre me ha resultado familiar, pero con una filmografía tirando a exigua, con pocas películas y nada importantes, siendo muchas de ellas Películas para televisión.

Dos detalles curiosos del reparto. Uno de los protagonistas es John Bennett Perry, padre del recientemente fallecido Matthew Perry. Y otra actriz, con un papel más residual, es Shannon Tweed, chica Playboy, y que posteriormente derivó su carrera hacia películas de corte erótico, buscando sacar provecho a sus mejores atributos.


En general es una película aceptable, dentro de sus limitaciones. Tiene diversión, sentido del humor, buenas actuaciones y excelente mensaje moral, a pesar de haya fragmentos de la película que no tengan mucho sentido, o que el ambiente general de la misma pueda parecer un tanto anticuado para el año en el que se rodó.

De todas maneras he de reconocer que el momento que más me ha gustado de la película, es también el más romántico, pero es gracias a una canción que desconocía, que sonó durante unos instantes. Indagando, llegué a adivinar que se trataba de una canción de Mike & The Mechanics, un grupo de los 80 que yo descubrí, ya en el siglo XXI, creado por Mike Rutherford, componente de Génesis junto a Phil Collins, y con la reconocible voz de Paul Carrack. 

Una canción más empleada en una película de los 80, que desconocía, y que me generó una gran emoción de lo bien que sonaba. Viene muy a cuento en el momento que suena, y ya digo, que aunque posiblmente sea el momento más romántico de toda la película, te transporta hacia momentos de paz, tranquilidad y recuerdos agradables que enriquece notablemente la película.


Pero bueno, la moraleja final es buena, y deja con buen sabor de boca a los que lo sepan apreciar.
La película nos enseña que se trata de ir más despacio en una relación y estar con la persona adecuada y no sólo con un hombre guapo, rico o exitoso.









Valoración:                                  5/10














04 marzo 2024

Chicos Made in USA (1987)

 








Si el otro día hablaba del clan familiar de los Baldwin, esta película me llevó hasta el clan de los Penn de la mano de Chris.
En este caso el protagonismo absoluto y toda la reputación, se lo lleva su hermano Sean. Aunque su padre fue director, y su madre actriz, ámbos fueron bastante anónimos, y más todavía el hermnao mayor Michael.

En cambio Sean Penn alcanzó cotas de popularidad muy altas. Con un estilo de interpretación bastante similar al de Al Pacino o Robert de Niro, en lo gestual. Cuando su hermano Chris realizaba esta película, Sean ya había alcanzado prestigio con películas como Taps, más allá del honor, Aquel excitante curso o Bad Boys, además de haberse casado, nada más y nada menos, que con Madonna.

De todas maneras, solo un par de años mayor que Tom Cruise, no se le puede considerar un actor típico de los 80, no daba el perfil habitual, y quitando Aquel excitante curso no recuerdo más películas de ese corte que llamamos ochenteras.
A finales de los 80 su carrera se ralentizó un poco, con películas bélicas o thrillers que en  mi caso no levantan excesivo interés, hasta que ya avanzada la década de los 90 recuperó protagonismo, para alcanzar su cenit con Mystic River y 21 gramos.

Su hermano, que es quien nos ocupa, debutó bastante pronto y empezó a acumular papeles en películas interesantes/importantes, como La clave del éxito, Footloose (donde también compartió reparto con Lori Singer) o El jinete pálido, con Clint Eastwood.

Después vinieron los problemas de peso y las adicciones, y aunque consiguió algunos papeles buenos en Reservoir Dogs o Amor a Quemarropa (aunque son dos películas que no me gustan), ya a finales de los 90 perdió todo su caché y no volvió a conseguir buenos papeles, hasta su prematura muerte a los 40 años.


Es una película que a mi me deja un pequeño sin sabor, creo que podría haber sido mucho mejor. Recientemente me acordaba de una de las películas que vi poco antes de crear el blog, una de las mejores Road Movies que he visto, un género que me gusta mucho, y que es bastante poco prolífico.
De hecho, no sabía que esta película lo era, creía que iba a ser una típica comedia de los ochenta que hacía tiempo que no veía.

El problema principal de la película, a mi modo de ver, es que intenta mezclar muchas cosas, y además en muy poco tiempo (apenas 75 minutos de metraje). Tenemos por un lado una Road Movie, pero por otro lado una película de aventuras, con toques de crimen y hasta ligeros puntos de comedia, que no resultan excesivamente graciosos, eso sí.

De hecho, durante la primera parte de la película, pensé que era una película muy parecida a dos que vi en 2023, Los chicos de al lado, con Charlie Sheen, y Vientos de tempestad, con Emilio Estévez, donde una pareja de amigos, frustrados, decepcionados o mal educados en el sistema, caen en una espiral delincuencial a bordo de un coche.

Pero aquellas películas eran claramente de Acción/Crimen, y aquí en la primera parte de la película, bastante parca en diálogos, ese lado delincuencial está bastante edulcorado. 
Los estereotipos de los dos amigos son bastante parecidos, un poco depresivos y a la vez idealistas, tratando de huir de una vida que les parece injusta o sacrificada y buscando el hedonismo y el anarquismo.

Pero entonces irrumpe Lori Singer y claramente la película ya no se puede comparar con aquellas dos. Singer, a la que bien podríamos englobar en el tipo de actrices que decía en mi anterior película, junto a Daryl Hannah, Laura Dern o Kelly Lynch (de hecho Lori todavía es más alta, 1,79 por el 1,75 de Kelly), entra en escena y se adueña completamente del foco de la cámara y de la atención de los espectadores.

Domina claramente a los personajes de Penn, bastante depresivo, y Pasdar, presuntuoso, y hace con ellos lo que quiere. Entonces se aprecia claramente que la película se convierte en una Road Movie, aparecen algunos tramos más de viaje por carretera, con algún escaso paisaje interesante, aunque bastante escuetos, pero prácticamente todo se centra en los cambios de coche continuos, que muchas veces no aportan nada.


Hay algunos momentos más interesantes de la película, en los que se serena, con algunos momentos filosóficos (hay un claro mensaje medioambiental de trasfondo), o parajes más inhóspitos o deshabitados que son más habituales en una Road Movie, y que a mi por lo menos me gustan más, pero todo ello mezclado con fragmentos entre rídiculos  e intrascendentes que hacen que el interés que hubieras ganado minutos antes lo pierdas poco después.

Aunque la película podría haber sido una de mis favoritas, un Coast to Coast, desde Pennsylvania a California, se me queda un poco floja como Road Movie, un poco floja como Aventuras, como Crimen, el doblaje no es ni de lejos de los mejores, la música, en ocasiones country, que no me apasiona, incluso hay un momento en el que la película puede coger un hilo parecido a una película que me gusta mucho sobre camiones, Convoy, pero rápidamente pierde importancia también esa vía ... y la película no convence del todo.

Lo que hace diferente a esta película, con respecto a la mayoría de las Road Movie, es que muestra a los Estados Unidos no con paisajes maravillosos y belleza natural, sino con un declive ecológico y económico. La fotografía cinematográfica es poderosa y, exceptuando las localizaciones en el Parque Nacional de Mesa Verde, nos muestra un lado normalmente invisible del paisaje americano, que posiblemente nunca veas en una guía turística, y eso está bien como factor diferenciador, pero no creo que sea lo que los espectadores esperásemos.











Valoración:                                5/10












 

28 febrero 2024

Tres en raya (1993)








Hay muchísimos casos en el mundo del cine, de padre e hijo actores, o de hermanos actores, aunque no tantos con un número de hermanos tan numeroso como los Baldwin, y todos ellos chicos (bueno, hay dos hermanas que no lleavn su apellido, pero que no tienen ningún protagonismo como ellos).
William es el tercero en el orden, tras Alec y Daniel y por delante de Stephen. Adam, aunque pudiera parece también hermano de ellos no lo es. Tienen un parentesco lejano, al que habría que remontarse remotamente hasta el siglo diecisiete, en Inglaterra.

Quizás la saga de los Arquette sea bastante comparable, aunque hay tanto hombres como mujeres entre ellos, sobre todo con Rossana, Patricia y David.

Lo que si suele ser siempre común, es que el padre, o el hermano mayor en este caso, es el que abre el camino al resto de hijos o hermanos, y aunque posteriormente el hijo o el hermano pequeño, pueda alcanzar más fama que su predecesor, es muy extraño, que primero destaque alguien más jóven, y al amparo de su éxito consigan emerger en el mundo del cine otros familiares mayores que él.

Y es que Alec les allanó mucho el camino con su éxito. Quizás no tanto a nivel cinematográfico, a mi no me parece un actor especialmente brillante, pero si por su matrimonio con otra actriz, todavía más mediática que él. Y es que no todo el mundo puede presumir de haber estado casado, nada más y nada menos, que con Kim Basinger, seguramente una de las actrices más deseadas de todo Hollywood, y que en la década de los 80 decoraría infinidad de carpetas de jóvenes estudiantes, que admiraban sus dotes y sus atributos ... para la interpretación.

Así que al abrigo de su hermano mayor, el resto de hermanos fueron abriéndose paso y encontrando su hueco en el mundo del cine, sin llegar a ser tampoco ninguno de ellos un gran actor. 
Podríamos decir que William es bastante más actor que sus hermanos Daniel y Stephen, y que le podría discutir a su hermano mayor, Alec, el honorífico título de mejor actor de la familia.
Y es que aunque no sean películas de mi devoción, tiene papeles importantes o protagonistas en películas, al menos taquilleras, como Llamaradas, Acosada o Caza Legal, en todas ellas al lado de una mujer atractiva.


Y no una, si no dos mujeres atractivas, son las que le acompañan en esta película. 
Igual que un padre o un hermano mayor actor te pueden abrir las puertas del mundillo, no es menos cierto que un gran físico también puede hacer lo mismo o más.
Y de eso seguro que podría haber tirado Kelly Lynch si hubiera sido necesario para comenzar en la actuación.

Lo cierto es que a mi no me parece mala actriz, aunque lo que más destaque de ella sea su innegable atractivo, con su imponente 1,75 de estatura y su pelo rubio. Un arquetipo de actriz no muy común, en el que podría juntarse con Daryl Hannah o Laura Dern. Tres actrices, que me gustan (más allá de Daryl Hannah de jóven me pareciera irrsistible en cuanto a atractivo) y que me parecen bastante infravaloradas, y que son algo más que una destacada presencia física delante del objetivo de la cámara.

Junto a ellos, pero un papel diferente, tímida y discreta, está Sherilyn Fenn. Una actriz que también fue una de las primeras que descubrí cuando hace poco más de diez años empecé a cogerle el gusto al cine, y a las películas poco conocidas. Recuerdo perfectamente como intenté contagiar a algunos amigos de compartir algún rato con una película, y en compañía de un par de amigos, vimos El Aparecido, en la que salía junto a Charlie Sheen. Una película prácticamente de culto, pero tanto mis amigos como yo por aquel momento ignorábamos la figura de esta actriz. Recuerdo como un amigo mío impresionado (por no decir otra palabra) quitó la atención de la película por unos momentos para buscar información de esta actriz (o fotos, no sé realmente que buscó, pero le impactó).


Pero bueno, la película es bastante regular ... muy típica de los noventa, donde ya se nota la transición de la década anterior, donde todo parecía todo mucho más improvisado, más fresco y más divertido, y aquí todo parece muy preparado, y no tiene la chispa ni la gracia que otras películas de los ochenta, sin ningún argumento, o sin ningún actor conocido.
Pero es una comedia romántica con pocas dosis de humor, imprescindibles para este tipo de películas. De hecho casi hay que buscar el humor en los pocos minutos que tiene en pantalla un interesante actor como es Joe Pantoliano.

La película la salva a duras penas Kelly Lynch. ¿Os he dicho ya que tengo debilidad por esta actriz?. Más allá de mi posible falta de objetividad, Lynch está divertida, atrevida y absolutamente adorable, encaja en el papel como un guante y convierte el papel potencialmente menos interesante del trío en un personaje digno de prestar atención. Inevitablemente, la película sufre un poco cuando ella está fuera del objetivo.

Es una de esas películas que cuesta conseguir, que te hace ilusión ver, y que tienes buenas expectativas en ella, y que luego resulta ser una película intrascendente.











Valoración:                                    5/10













23 febrero 2024

Corazón de campeón (1983)









Las películas que tratan sobre la temática del cáncer siempre son difíciles para mi.
Recuerdo cuando hace unos años vi, una sorprendentemente desconocida Elegir un amor, con una Julia Roberts en pelan juventud, que me resultó bonita a la vez que triste, y poco tiempo después tuve mi experiencia con el cáncer, y desde entonces, a pesar de que me gustó la película, y sobre todo cuenta con una espectacular banda sonora de la mano de Kenny G, no he conseguido volver a verla.

También, ya un tiempo después de haber dejado atrás esta traumática experiencia, vi otra película con argumento parecido, Silencio de Cristal, con una actriz que me encanta como Jamie Gertz, encarnando a una paciente con cáncer.

Pero en general, suelen ser películas tristes, y que a las personas que hemos tenido un episodio similar nos puede despertar la tristeza y el sufrimiento por recordar tiempos pasados.
Aunque también como socio de la Asociación Española Contra el Cáncer, son películas de esperanza, y que reconfortan al ver como hay gente que se esfuerza o que contribuye para intentar evitar que otra gente tenga que pasar por el sufrimiento que genera esta enfermedad.


No obstante, esta película, que ya sabía de lo que iba, también tenía a priori un alto componente de deporte, y es una temática que no abunda mucho y que además hacía ya un tiempo que no elegía a la hora de visionar una película.

En los años 70 y 80 se hicieron algunas películas con el atletismo como argumento principal.
Entre otras: 

Running (1979) 
Personal Best (1982) 
El corredor valiente (1983) 
El año de la victoria (1978) 
Corazón de campeón (1983)

Aunque realmente es un auténtico drama, con un toque de aventura y una cierta dosis de road movie, aunque éstas se caractericen por la utilización de un vehículo como medio de transporte, y aquí el desplazamiento es puramente a través del esfuerzo.


La película estaba basada en una historia real y por tanto se eligió a una persona amputada real para la interpretación del personaje principal, en lo que sería el primer y único papel de este actor eventual.
De todas maneras, habría sido muy complicado, con los efectos de la época, fingir que una persona normal, con sus dos piernas en perfecto estado tuviera una de ellas amputada.

Y aunque Eric Fryer hace un gran trabajo, evidentemente su enorme limitación le invalidaba para cualquier otro papel que no fuera similar a éste, pero nos dejó esta gran interpretación y un ejemplo de lucha contra las adversidades.


Una TV Movie, totalmente desconcida, pero con dos nombre destacados en el casting.
El primero el de Robert Duvall, un muy talentoso actor al que extraña ver aquí en este papel, en este proyecto tan anónimo y austero, aunque realmente no aparece en escena hasta el minuto 58 de la película, y el segundo el de Bill Conti, uno de mis compositores favoritos junto a John Barry y otros, autro de Bandas Sonoras como Rocky o Evasión o Victoria y cuyo inconfundible estilo se reconoce rápidamente, y da valor a la película.

Parece ser que el lagado de Terry Fox, que era prácticamente un héroe en aquella época en Canadá, siguió durante muchos años, celebrándose carreras para recaudar fondos y permaneciendo vivo su Maratón de la Esperanza.

Aunque hay gente que tacha a la película de innecesariamente negativa, ya solo la palabra cáncer implica un grado de negatividad brutal. Y si está basado en una historia real pues será mayoritariamente verdad. No todo pueden ser películas bonitas o con final feliz, las historias pueden ser variadas, y cuando algo está inspirado en un acotecimiento tan duro de la vida real más.

Me sorprende que haya gente que se quede con eso y no con los mensajes positivos que desprende la película en global sin entrar en detalles puntuales o superfluos.


Me gustaría terminar con un poema (traducido) que he encontrado que aparentemente escribió la novia real de Terry Fox


"Dicen que el Dragón nunca duerme. Acecha a su presa en silencio y frío, y cuando ataca, qué fuego maligno hay en su veneno.

Un día la serpiente, descuidada por su avaricia, se atrevió a apoderarse de un Caballero 'Nacido del Sol'. El mordisco ardió profundamente, directo al alma.

La serpiente se mantuvo firme: el daño estaba hecho. Pero la muerte no pudo vencer. Porque aunque el fuego lo había atravesado, el Caballero del Sol se mantuvo fuerte y fiel.

La fiebre cedió, la serpiente huyó y un miembro fue su premio.

El caballero se levantó y pronunció estas palabras: 'Has quebrantado mi cuerpo pero no mi espíritu. No me lamentaré ni lo temeré.

Cuidado con la bestia, no has ganado esta batalla, mi búsqueda acaba de comenzar."










Valoración:                                    7/10












20 febrero 2024

El talón de Aquiles (1974)

 






Hacía tiempo que tenía ganas de ver una película sin votos en IMDb, y mirando entre mis películas me encontré con ésta, y así además veía algo de cine español, que lo tenía bastante abandonado.

Porque hay cine español, que igual no es muy interesante, o no para todo el mundo, pero si seguramente diferente al que se hace hoy en día, pero que está totalmente olvidado.

Y es que aquí el altavoz está siempre para los mismos, sólo se publicita o se promociona el de los que hacen piña entre si y piensan todos igual, de manera radical y discrimatoria, siendo claramente beneficiados en este aspecto, en mi opinión, personas como Pedro Almodóvar, Javier Bardem, Penélope Cruz, y sobre todo recientemente Luis Tosar.

Y otros son totalmente anónimos, por no hacer piña o pensar diferente, incluso gente tan importante como José Luis Garci, o en cuanto a actores me sorprende el caso de Eduardo Noriega.


Tal como fuere, estaba ante una película pseudo española ... o no del todo española, aunque si técnica y mayoritariamente.
Y es que su director León Klimovsky, aunque asentado en España desde los años 50, de donde ya no se movió hasta su fallecimiento, era natural de Argentina.
Y además entre el reparto, los papeles principales tampoco estaban destinados a actores españoles.

De los españoles me llamó la atención, y me ayudó a elegir la película, la presencia de Manuel de Blas.Un secundario bastante anónimo y desapercibido, pero que justo en ese año 1974 había hecho hasta diez películas, de las cuales la primera que aparece cronológicamente es Y si no nos enfadamos, junto a Bud Spencer y Terence Hill por diferentes puntos de Madrid, y con un papel peculiar, descendiendo en una avioneta en el aeródromo de Cuatro Vientos, justo donde hoy tengo mi vivienda.

En aquella película, y en ésta también, compartió rodaje con su mujer, la actriz americana (posteriormente nacionalizada española también) Patty Shepard. Estuvieron casados 46 años, hasta la muerte de Patty aquí en Madrid en 2013.
Vino a los 18 años, ya que su padre era militar y le destinaron a la base aérea de Torrejón de Ardoz, y aquí se quedó ya para siempre.

Es curioso porque además de Shepard y el director, otro actor del reparto, también foráneo, se afincó en España y realizó su carrera aquí hasta su muerte, en este caso Barta Barri, con origen húngaro.


La película, además de tener una calidad de imagen pobre, pero bueno, era lo lógico en una película sin votos en IMDb, no dice mucho.
Con bastantes bigotes y mucho tabaco, cosas habituales en aquella época, para mi lo más interesante son las escenas de coches, con un elitista porsche de la época, y la persecución final de coches sobre la nieve, seguramente rodada en la sierra de Guadarrma, ya que aunque hay tomas de fotografía claras de Alemania, los rodajes son principalmente aquí, apareciendo creo entre los sitios de rodaje, Navacerrada y San Rafael.










Valoración:                                 4/10












15 febrero 2024

Miércoles de ceniza (1973)

 






Era miércoles de ceniza, y como cristiano (espero que bueno), acudí a mi iglesia a la celebración del día y la imposición de la ceniza. Y aunque el día coincidía con el de San Valentín, no mantengo un idilio con él, así que dejé de lado la onomástica y me decanté por una película que se llama precisamente así, Miércoles de Ceniza.

Me consta que hay otras dos además de ésta





Pero de las tres, ésta es la que me resultaba un poco más atractiva, sin tener ni idea de si alguna de las tres tenía algo que ver con lo que representa el nombre Miércoles de Ceniza, y ante presumiblemente, una traducción que no reflejara el título real, o un título que no tuviera nada que ver con la historia de la película.

Realmente uno no ve la relación con esta fecha hasta que pasada la hora de película dicen que es martes de Carnaval. Investigando un poco parece que la llamaron así, porque termina el miércoles de ceniza, aunque los protagonistas de la película no honren este día.

El único detalle religioso es que en un plano de la misma, se ve a la protagonista salir de una iglesia, aunque eso sí, diciendo que hacía más de 10 años que no pisaba una.

Porque uno vuelve de la celebración vespertina en la iglesia, donde te transmiten un mensaje de austeridad, ayuno, abstinencia y oración para el período de cuaresma que se inicia, y se encuentra con un escenario de superficialidad, materialismo, lujo, consumismo, vanidad, pecado e infidelidad, con la belleza exterior y no la interior como hilo conductor de la misma, y el no asumir el paso del tiempo y lo que significa la vida y la pérdida de juventud irreversible e imposible de detener.


La película tiene como única protagonista a Elizabeth Taylor, una actriz que a mi nunca me apasionó en su faceta interpretativa (quizás tampoco haya visto lo suficientemente de ella como para hacer una valoración más objetiva), de hecho ésta no creo que sea una buena película suya, a pesar de recaer en ella todo el protagonismo.

De hecho, su marido en aquel momento, Richard Burton, consideraba esta película horrible y perjudicial para la carrera de Taylor, y según él, ella quería seguir siendo una estrella de Hollywood, ante una posible caída de popularidad y por eso la aceptó.

Sea como fuere, Taylor fue una actriz de excesos. Debutó con apenas 10 años, ya había ganado su primer Óscar con menos de 30 años, fue abuela con 39, se casó hasta en 8 ocasiones, tuvo numerosas adicciones y en el momento de su muerte tenía 4 bisnietos.

Taylor en su madurez constantemente ganaba y perdía gran cantidad de peso, alcanzando desde 54 hasta 82 kg en la década de 1980. Comenzó con una adicción al tabaco a mitad de la década de 1950 y temía desarrollar cáncer de pulmón, cuando en octubre de 1975 unos estudios de rayos X le mostraron manchas en sus pulmones, llevando más tarde a un tratamiento para no desarrollar la enfermedad. Taylor se rompió la espalda cinco veces, tuvo dos reemplazos de caderas, tenía una histerectomía, sufrió de disentería y flebitis, tuvo una perforación en su esófago, sobrevivió a un benigno tumor cerebral erradicado en 1997 y al cáncer de piel y tuvo ataques de neumonía que amenazaron su vida en dos ocasiones. En 1983 admitió haber sido adicta a las pastillas para dormir y a los analgésicos durante 35 años. Recibió tratamiento para su alcoholismo y su adicción a las drogas, ingresando en el Centro Betty Ford durante siete semanas a partir de diciembre de 1983 hasta enero de 1984 y de nuevo a partir del otoño de 1988 hasta principios de 1989.


Una película totalmente desconcida a pesar de contar con Elizabeth Taylor y una relativamente breve intervención del gran Henry Fonda, ya en la parte final de su carrera, ambientada y rodada en Cortina D'Ampezzo, un sitio bastante de moda entre la gente con dinero en aquella época, al igual que otros puntos de los Alpes, que llegó a ser sede de unos Juegos Olímpicos de invierno en 1956 (y también proyectada para ser sede de los de 2026), y que también fue un sitio elegido para el rodaje o parte del mismo de diferentes películas.


Esta lista aparentemente refleja películas que han rodado parte de su trama allí



Le encontré similitudes y conexiones con Un instante, una vida, pero claro aquella me pareció una auténtica joya, y cada vez lo pienso más, y ésta en cambio me dejó bastante frío, no porque la película ignore el miércoles de ceniza y su tradición, si no porque es lenta, con poco desarrollo, y con poco interés por la mayoría de los pocos personajes que van apareciendo en ella, ni siquiera la aportación de Maurice Jarre consigue mejorar levemente el clima sombrío, depresivo y aburrido de la película.

No es la mejor película del mundo, pero sí una amarga historia de cómo el proceso de envejecimiento puede afectarnos, aunque podía haber sido mejor. Un reflejo de como hay personas que si no se ven bien o bellas, no se consideran personas completas.

Haciendo un juego de palabras con el título y el día en que la ví, creo que mis recuerdos sobre ésta película serán cenizas en poco tiempo.









Valoración:                             5/10












10 febrero 2024

Vidas distantes (1987)

 





Esta película la quería ver solamente por que el título me sonaba muy bien, como místico, una historia tranquila, relajada y bonita, pero la idea mental que tenía de la misma resultó ser muy diferente de la trama, que me sorprendió bastante para bien.

Y es que cuando empezó la película y aparecieron una madre y una hija con ciertos problemas de comunicación, entendí que el título se refería precisamente a eso, y que iba a ver una película en la ciudad con encuentros y desencuentros.

Pero rápidamente la historia da un giro brusco y estas dos protagonistas emprenden un viaje a Louisiana, ese estado, eminentemente rural y pantanoso del sur de los Estados Unidos, donde está Nueva Orleans, con gran tradición por el Jazz, las plantaciones de algodón y la ascendencia francesa.

Es un estado que me gusta desde la distancia, ya que nunca he estado allí, y cuyos recuerdos tengo en el mundo del cine, son concretamente tres.

El primero, una película de aventuras y exploración de los terrenos desconocidos de América, Horizontes Azules, con Charlton Heston, Fred MacMurray y Donna Reed, que es una de mis favoritas del subgénero de exploración en particular, y del género de aventuras en general.

El segundo, un episodio de El Coche Fantástico, en el que Michael y Kitt viajan hasta una zona pantanosa del estado, en territorio Cajún (descendientes de colonos franceses) y se ve envuelto en una historia hostil por los habitantes y el terreno de la zona.

El tercero, la película Viejos Recuerdos de Louisiana, más centrada en conflictos raciales y en las dificultades de las personas de raza negra que trabajan esos campos de cultivo.

Con el que más similitudes guarda esta película de mis tres experiencias cinematográficas anteriores, es con el episodio de El Coche Fantástico.

Este sería mi cuarto episodio, que recuerde ahora mismo, relacionado con el estado de Louisiana, y me quedaría por ver un quinto que también tengo prioritario para ver, Verano en Louisiana, pero dejaré pasar un tiempo y visitaré otros estados.

Allí se produce un fuerte choque cultural y de educación entre los habitantes de la ciudad y los del entorno rural. Muchas veces, no en la ficción, si no en la vida real, cuando nos desplazamos de la ciudad hacia una zona rural o menos poblada y vemos cosas que nos chocan, en ocasiones hacemos comentarios egoístas, desafortunados e innecesarios, sobre las costumbres de esa gente, sin valorar que ellos son felices de otra forma, con menos, o que no tienen las necesidades o las posibilidades que nosotros tenemos.

Cuando realmente en las ciudades se come gracias al trabajo que hacen ganaderos, agricultores, o incluso pescadores en las zonas rurales.

Y aunque parece que igual el título más adecuado pudiera ser vidas distintas, si se analiza bien, queda mucho más acertado distantes, no solo por la distancia geográfica entre los protagonistas de la película, si no también la distancia cultural. Al final distante significa que uno está lejos de otro, y eso implica distinto también en muchos contextos.


Soprende ver a un director ruso al frente de una película meramente americana, aunque ya había dirigido una película importante, como El Tren del Infierno (1985) y luego dirigiría otra con much renombre también, como Tango y Cash (1989). 

Konchalovsky estuvo nominado a la Palma de Oro del festival de Cannes por esta película, premio que si que consiguió Barbara Hershey.

También sorprende ver en los títulos de crédito, como productor, a uno que tenía yo exclusivamente como director, el palestino Menahem Golam, director de Delta Force (1985) o Yo, el Halcón (1987).

El reparto no es muy destacado, sin ninguna estrella, aunque con algunas actrices interesantes, o por lo menos todas ellas están francamente bien aquí, siendo tres mujeres las protagonistas.

De Jyll Clayburgh no había visto mucho, o igual nada ..., a Barbara Hershey, que es la mejor de las tres en esta película, en mi opinión, he visto algunas, y  en general tiene una carrera más solida, y Martha Plimpton (descendiente de la familia Carradine), además de ser una semi estrella juvenil, ya que actúo en una de las películas infantiles por antonomasía, como es Los Goonies, me sonaba haberla visto alguna vez desde que empecé el blog, y efectivamente, fue en Silencio de Cristal, pero me costó recordarlo porque allí interpretaba a una enferma de cáncer, sin pelo.

Por el lado masculino podemos destacar a Don Swayze, el hermano menor de Patrick, que aquí tiene un parecido increíble con su hermano mayor, y que era su debut cinematográfico.

Por último en los títulos de crédito también aparecía el grupo Tangerine Dream como responsable de la banda sonora, que me dejaron muy buen recuerdo en Flashpoint.

Os recomiendo daros una vuelta por Louisiana de la mano de esta película.









Valoración:                                 7/10












05 febrero 2024

Caza Salvaje (1981)

 







Después de haber visto hace pocos días una película con Sylvester Stallone como protagonista, ha fallecido uno de los grandes coprotagonistas de la saga de Rocky, Carl Weathers, que encarnaba el papel de Apollo Creed.

Un secundario formidable, sin el que Rocky no sería lo que es, pero con otros trabajos en películas notables, como en Depredador, su papel protagonista más importante quizás en Acción Jackson, o papeles mas secundarios pero en muy buenas películas como Encuentros en la tercera fase, Fuerza 10 de Navarone o ésta.

Stallone lo ha definido como "una parte integral de su vida" y de su "éxito". Además dijo "Le doy un crédito y un reconocimiento increíbles porque cuando entró en esa habitación y lo vi por primera vez, vi la grandeza. Pero no me di cuenta de lo grande que era", continuó Stallone y terminó diciendo “Nunca hubiéramos podido lograr lo que hicimos en Rocky sin él". Y cuanta razón, y más con la fabulosa voz de doblaje que tuvo aquí en la saga.

También Schwarzenegger, que trabajó con el en Depredador reflejó y secundó la grandeza de la persona de Carl Weathers.

También ex jugador de fútbol americano, como Jim Brown, fallecido el año pasado, dejó el deporte en 1974 para dedicarse a su pasión, la interpretación. Aunque no siempre ha sido considerado como un miembro de alto perfil del grupo de estrellas musculosas del cine de acción.

Es el segundo protagonista importante de la saga Rocky que nos deja en breve espacio de tiempo, tras la pérdida de Burt Young.


Buscando alguna película suya para ver, tenía que decidirme entre dos, Bucktown (1975), del subgénero Blaxploitation, pero en la que posiblemente tuviera un papel residual por ser de sus primeros trabajos, o ésta que me resultaba bastante atrayente, con un reparto magnífico y una ambientación muy de mi agrado.

Ambientada en los territorios helados del Canadá, es una película de esas que nos muestra la cara más hostil de la naturaleza, de las que evidentemente no hay muchas, pero interesantes. Le encuentro similitudes con Norte salvaje y con la gran Las aventuras de Jeremías Johnson (curiosamente el personaje protagonista interpretado por Charles Bronson, también se apellida Johnson).

Con un gran elenco como he dicho antes, que podríamos definir como de veteranos y novatos (o casi).
Los veteranos serían Charles Bronson y Lee Marvin. Aunque Bronson era mayor, todavía se conservaba bien, con 60 años, mientras que Marvin siempre pareció mayor de la edad que tenía.
Ambos compartieron otras dos películas, una de jóvenes en ¡Esto es la marina! (1951) y luego en la interesante película bélica Doce del patíbulo (1967).

Bronson siempre fue un actor que me gustó, más en sus inicios que cuando empezó a rodar todas sus películas de vengador o justiciero. Y de esa época que más me gusta, además de sus trabajos en grandísisimas películas como Los siete magníficos o La gran evasión, hay dos películas del oeste en las que es protagonista, que han echado en el pasado bastantes veces, pero que no son excesivamente conocidas y que algún día quiero volver a ver como son Nevada Express y El desafío del Búfalo Blanco. Pero es un actor que a pesar de gustarme no he visto muchas películas suyas.

Luego hay algunos actores que todavía no eran veteranos, pero que ya eran maduros, como Ed Lauter o Angie Dickinson, aunque esta tiene un papel bastante residual, y a Weathers lo podríamos casi incluir en los jóvenes, con solo 33 años, junto con un todavía más joven Andrew Stevens, que contaba con solo 26 años, pero unos cuantos títulos de crédito ya en su filmografía.


Basada en una historia real, la película fue fuertemente criticada por historiadores canadienses por equivocarse en muchos hechos históricos y caracterizaciones.
Una película más en la que la supervivencia está muy presente, en esta interesante película en la naturaleza, con dosis de acción y aventuras a partes iguales.











Valoración:                               7/10













02 febrero 2024

Tibetana (1970)

 








La verdad es que cuando conseguí esta rareza, tenía claro que la iba a ver pronto, porque tenía bastante abandonado el género de aventuras, y porque parecía una película aparentemente diferente, o por lo menos la ambientación de la misma.

Eso sí, yo por lo menos tenía bien claro que no iba a ver nada parecido a Siete años en el Tíbet, qué quizás sea la referencia cinematográfica que tenemos todos de esta región geográfica (aunque por un momento también me hizo pensar en las películas de Fu Manchú que veía de pequeño y que algún día quiero revisionar alguna de ellas), no sólo por la localización del rodaje de la misma, si no también porque no me iba a encontrar nada parecido a un Brad Pitt o actor estrella de la época.

Si uno está atento desde el principio, y se fija en los títulos de crédito, ya le hace pensar que algo de España hay en la película, y posiblemente no sólo actores o figurantes. Y es que cuando aparecen las primeras imágenes y se ve una construcción de piedra, a uno le resulta muy familiar, y posteriormente unos imponentes bloques de granito lo confirman, eso parece España.

Ya más adelante, consigo reconocer dos localizaciones de la Sierra de Gredos, una de ellas muy familiar, como es el acceso a la Plataforma, y al finalizar la misma y aparecer los créditos de final de película, efectivamente confirma que está rodada en las Sierras de Guadarrama y de Gredos, que aunque aparentemente no se parezca en nada a los parajes tibetanos, para los que no sean de aquí les puede dar el pego perfectamente.


Y es que antes había algunas superproducciones, y algunas de ellas muy importantes, que eligieron para su rodaje íntegro o algunas localizaciones, paisajes de nuestra geografía. Frecuentemente por la Sierra de Guadarrama, entiendo que por la cercanía a Madrid y por temas de logística, aunque también por ejemplo hay otros lugares mucho más remotos, como la parte de Doctor Zhivago rodada en la Estación Internacional de Canfranc, o la escena de Indiana Jones y la Última Cruzada, en la que Harrison Ford y Sean Connery se desplazaron hasta una playa de la provincia de Almería.

Seguramente casi todos de niños hemos tenido algún familiar, o nuestros abuelos nos han contado, como vinieron a rodar en las cercanías del pueblo, o como se buscaban extras o figurantes para una película que se rodaba en las proximidades, y como fue la experiencia.

Ahora ya resulta extraño encontrar que alguna película se ruede en exteriores. Evidentemente las superproducciones ya no vienen a rodar aquí, pero ni tan siquiera las producciones españolas lo hacen.


Aquí una lista interesante de películas de Hollywood hechas en España




Con un reparto muy modesto, en el que solo es reconocible Pernell Roberts (uno de los hijos de la célebre serie Bonanza), me sorprendió la actriz inglesa Alexandra Bastedo, a la que desconocía hasta hoy. Aunque verifiqué que tristemente ya había fallecido, con una vida muy similar a la de mi padre, naciendo el mismo año y muriendo con escasos meses de diferencia, me pareció, además de atractiva, bastante decente. No sé si a raíz de esta película, o que se asentó en nuestro país durante unos años, pero en los años 70 rodó muchas películas en nuestro país, a las órdenes de directores españoles.

Para los amantes del cine de aventuras, es una película interesante para su bajo presupuesto, y para los oriundos de las proximidades de las Sierras de Gredos y Guadarrama, seguro que también es un buen aliciente para verla.











Valoración:                                 6/10