Me dispuse a ver esta película con la intención de encontrarme algo parecido a alguna de las películas
de Simbad de los años sesenta o setenta, o La Isla Misteriosa, o Furia de Titanes, con algún bicho raro como los que salían en esas películas y que tanto me gustan, pero tendré que revisionar alguna de ellas porque en ésta, aunque el título me hacía pensar que iba a ser parecida, no encontré nada parecido.
A cambio me encontré una tribu de las que también suele haber en estas películas de barcos o de mar,
de las que hablan en un idioma raro, ininteligible y sin traducción.
De hecho en algunos momentos la película parecía más una comedia que una película de aventuras o de barcos y mar propiamente dicha.
Fue la penúltima película del director Allan Dwan, con una larga trayectoria y que ya contaba 73 años cuando dirigió esta película, una edad bastante considerable, aunque no creo que se halle entre los directores más longevos a la hora de dirigir una película, ahí tenemoso el caso de Clint Eastwood que a sus casi 87 años sigue dirigiendo, aunque hay que decir que en la carrera de Allan Dwan se cuentan más de 400 títulos, una barbaridad.
Con Dana Andrews como protagonista, un actor importante de las décadas de los cuarenta y cincuenta, difícilmente encasillable en un género, quizás el cine negro fue lo que más trabajó, pero que no es de mis preferidos.
Y acompañada por Jane Powell, la cual dijo que el rodaje fue poco más o menos que un suplicio, que el director no tenía mucho interés en la película y que Dana Andrews se pasaba prácticamente el día bebiendo.
Que lo único bueno fueron las vacaciones en Acapulco (lugar de rodaje) de las que pudo disfrutar su familia.
Fue una de las últimas grabaciones de la productora RKO, que cesó su actividad durante el rodaje de la misma.
Valoración: 4/10
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