28 marzo 2020

La gran apuesta (1961)









A veces resulta complejo comprender por qué alguna película es tan poco conocida entre el gran público.
Bien es cierto que algunas son difíciles de conseguir y bien que a la sociedad actual, mayoritariamente, cualquier película anterior al año 2000 como mucho le parece muy antigua y no se molestan en perder el tiempo viéndola, cosa que me cuesta entender porque el cine y la música no creo que tengan edad o que sean para tal o cual público.

Hace tiempo que tenía ganas de ver algo de Stephen Boyd y esta colaboración con Richard Fleischer me parecía óptima.
Y eso es a lo que me refería antes, siendo Fleischer un reputado director, con películas como 20.000 leguas de viaje submarino, Los vikingos, Barrabás, o más recientemente El Cantor de Jazz o Conan, el destructor, y Stephen Boyd (nacido William Millar, es curioso la cantidad de actores que realmente no se llaman como les conocemos) que justo acababa de interpretar a Messala en Ben-Hur, un papel por el que pasó a la historia y en el que a mi modo de ver hasta eclipsó a Charlton Heston, parecía que eran suficientes argumentos para que esta película tuviera más éxito, pero parece que no fue así a la vista de la ficha en IMDb.

Boyd, que estuvo a punto de morir en una epidemia de gripe en Londres en 1952, llegó rápido a su culmen, con su intervención en Ben-Hur con sólo 28 años (aunque justo antes acababa de trabajar en para mí un peliculón, como es El vengador sin piedad), y aunque no tuvo intervenciones en películas excesivamente renombradas, si que dejó su impronta de gran actor en todas las películas que hizo.
Estuvo a punto de interpretar a Marco Antonio en Cleopatra, y era el originalmente pensado para interpretar a James Bond en Agente 007 contra el Dr. No.
El achacó al fracaso de La caída del imperio romano su declive después de haber hecho grandes papeles anteriormente.

A mi me pareció un sólido argumento para verla y por eso ni me fijé en de qué iba la película. Y claro, me encuentro con unos primeros minutos que no me esperaba y que te hacen dudar si realmente te habías equivocado, pero igual que hay películas que empiezan mal y no mejoran, o lo hacen muy lentamente y no llegan a convencer, aquí rápidamente el panorama cambió a mucho mejor.

Estamos ante la única película con parte del rodaje en Irlanda en la que Stephen Boyd trabaja, que era su nacionalidad, y curiosamente también la actriz, desconocida para mi, que le acompaña como protagonista (sorprendente y gratamente viva para ser una película de 1961), hace de francesa siendo francesa en realidad, un dato muy curioso o muy bien hilado por el director.

Es una película que se sale un poco del guión de película africana como tal, ofreciendo otro tipo de argumento y de características del continente africano, pero sin dejar de perder su atractivo por ello.
De hecho aunque la ficha pone que se rueda en Costa de Marfil, no nos encontramos ante las típicas estampas africanas de sabana o safari.

Es tan poco conocida que apenas hay listas que la contengan, pero esta puede ser interesante

Truck Movies


Ha sido una de la películas más sorprendentes y diferentes que he visto en mucho tiempo, muy recomendable para los amantes de Fleischer, Boyd, el cine de aventuras, o las películas ambientadas en África.









Valoración:                                      9/10





















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