Película claramente ochentera, y sorprendentemente, totalmente desconocida. Un director jóven, sin mucho más recorrido más allá de esta película, y cuatro actores juveniles en un formato de dobles parejas.
Desconozco el grado de popularidad en aquellos momentos de los 4 protagonistas, porque todos tienen un nivel de protagonismo y cuota de pantalla similar, pero en el reparto de las parejas, cayeron de un lado los dos que luego desarrollaron mejor carrera y en el otro los que se quedaron estancados y no llegaron al nivel de los otros dos.
Kiefer Sutherland, hijo de Donald (ambos no me caían bien cuando era pequeño, supongo que por algún papel que les vi por aquella época en el que me disgustó su personaje y por extensión lo hacías también con el actor), al que algunos que no suelan ver cine que no sea recién estrenado (recuerdo algún compañero de trabajo hace unos años), le asociarán a la serie 24, tuvo al poco de debutar siete u ocho interesantes películas como La hermandad de la justicia, Cuenta conmigo, Jóvenes ocultos, Arma jóven, Twin Peaks: camina conmigo o Algunos hombres buenos, tiene un buen bagaje a sus espaldas y siempre es un valor seguro en una película, a pesar de ser hijo de.
Su pareja en la película, Meg Ryan, una actriz que también de jóven me fascinaba, aunque con el paso del tiempo ha bajado en mi escalafón. Siempre acostumbrado a verla en papeles románticos o en comedias, su personaje aquí sorprende un poco, aunque no deja de tener varios de los aspectos habituales en ella, y además su misma apariencia física.
Y me quedo con la otra pareja, dos de tantos actores que te resultan familiares, pero que ni les pones nombre, que hace mucho que no les ves y que por tanto posiblemente sus carreras hacia el estrellato se quedaran en el camino, a pesar de que aquí tienen tanto protagonismo como los personajes de Sutherland y Ryan.
Jason Gedrick tuvo una buena trayectoria durante los años ochenta, sin papeles excesivamente protagonistas, pero si con películas bastante importantes de esa época como Bad Boys, Risky Business, Águila de Acero o Nacido el 4 de julio, pero a principios de los noventa empezó su retroceso en cuanto a popularidad e importancia de sus papeles y terminó siendo carne de series de televisión y TV Movies demasiado jóven. Con un aspecto físico y una edad similar a las grandes estrellas de la época, como Tom Cruise, Brad Pitt, Johnny Depp o Keanu Reeves, podría haber formado parte de ese grupo, pero fueron muchos los actores con esas características que surgieron en los años ochenta y no todos podían alcanzar el estrellato y perdurar en el tiempo.
Su pareja en esta película, Tracy Pollan, es la mujer de Michael J. Fox, cosa que desconocía, y su corta carrera, tuvo prácticamente su última aparición importante en Noches de Neón, junto a su marido (no sé si en ese momento estaban casados ya o no), y también junto al propio Kiefer Sutherland como aquí. Fue también pareja durante unos cuantos años de Kevin Bacon, y es la mayor de los cuatro protagonistas de la película, aunque no lo parezca.
En la realidad es muy buena amiga de su compañera de reparto aquí, Meg Ryan.
Una película que comienza con un escenario muy habitual de las películas de los 80, como es el fin del instituto y la graduación, pero que rápidamente hace un salto en el tiempo de dos años y va comparando el estilo de vida de los dos protagonistas, con sus respectivas parejas, pasado ese tiempo.
Con un toque de road movie interesante, quizás a veces los espacios de cada una de las dos parejas son demasiado largos y hace perder un poco el nexo de ambas historias, que están terminadas a encontrarse, en un desenlace quizás inesperado.
Nominada al gran premio del jurado en el Festival de Sundance de 1988, vale la pena invertir cien minutos en esta película independiente y poco conocida.
Valoración: 6/10
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