Cornel David fue, en mi opinión, un actor muy interesante. Bastante atípico, no solo por su lugar de nacimiento, Hungría, de donde así a simple vista quizás solo podríamos citar a él y a Zsa Zsa Gabor como actores conocidos oriundos de ese país. Directores hay más, pero quizás habría que recurrir a internet para saber que Michael Curtiz, André de Toth o George Pal eran nacidos en el país magiar.
Nacido prácticamente en la mitad (1912) de la época de nacimiento de las estrellas del Hollywood clásico, que podíamos establecer de manera redonda entre 1900-1920 (aunque se nos escapen por mínimos años Humprey Bogart por lo bajo y Charlton Heston por lo alto), creo que tan solo estaba un mínimo escalón por debajo de estas grandes estrellas.
Lo que más curioso me parece de él, es que a pesar de su época de nacimiento y su figura atlética, no he encontrado en su filmografía ningún solo western, siendo la más parecido quizás Al borde de la eternidad.
Pero básicamente sus papeles se repartieron entre el cine negro, donde ya hizo de secundario por ejemplo en un gran clásico, como El último refugio, las películas de aventuras, quizás donde demostraba su mayor talento, y donde aparece una de mis favoritas, como es Más allá de Mombasa, y las películas de Capa y Espada o de Espadachines, como se prefieran llamar, donde no tenía el caché de Errol Flynn, Stewart Granger o Tyronne Power, pero si era otro de los grandes destacados de este subgénero, cómo en El hijo de Robin de los bosques. De hecho fue elegido para el equipo olímpico de esgrima para los juegos de 1936 en Berlín.
Se graduó de la escuela secundaria Townsend Harris para estudiantes superdotados en Nueva York a la edad de 14 años. Townsend Harris estaba afiliado a CCNY, la universidad a la que ingresó después de graduarse. Y en esta universidad se sacó un curso de pre-medicina de cuatro años, en tan sólo tres.
Otro detalle de sus capacidades es que hablaba seis idiomas, húngaro, francés, alemán, inglés, italiano y ruso.
Dijo que el mayor error de su carrera y del que se arrepintión mucho fue, que se volvió demasiado arrogante y rechazó un papel selecto que le ofreció el viejo Cecil B. DeMille en Los diez mandamientos (1956). Dijo que el papel era demasiado pequeño y poco remunerado. DeMille nunca volvió a hablarle. Luego sintió que habría sido un éxito de taquilla que habría reforzado e impulsado su carrera.
Además de actor, también dirigía (aunque sólo fueran 9 películas en total), faceta de la que pocos de los actores de esa época clásica de Hollywood pueden presumir. Ésta fue la última película que dirigió, en la que además es productor, guionista, actor protagonista y escritor de la canción principal, algo que supongo será muy díficil de encontrar en general en otras películas.
Quizás la escasa repercusión de esta película le llevó a dejar la dirección, porque ni era muy mayor, 63 años, y además estaba en plena forma para esa edad.
Cornel Wilde dice que se le ocurrió la idea de la película en 1969, pero que no pudo conseguir la financiación hasta que Tiburón (1975) se convirtió en un éxito. "Preferiría haber tenido el campo para nosotros solos, sin Tiburón", dijo.
El caso es que esta película se estrenó 9 semanas antes de Tiburón, no sé si en esa fecha ya se preveía el éxito de la película de Spielberg o algo no cuadraba en su razonamiento.
Lo que queda claro es que la película no debió tener ningún éxito, aquí para mi era totalmente desconcida.
Y es algo que a veces me preguntó, ¿qué hace que una película tengo éxito o no, o porque una película aparentemente interesante pasa totalmente desapercibida?
Porque podemos decir que esta película tenía tres factores que cuando uno empieza a verla le hacen pensar que es una película, cuanto menos conocida, aunque no sea destacada.
- Se publicó al rebufo de la exitosa Tiburón, y en principio sólo por compartir temática debería tener aceptación en aquella época.
- Cornel Wilde era un actor importante (o lo había sido), y además consiguió reclutar a otro interesante actor como Yaphet Kotto (Brubaker o Alien), y otro par de secundarios decentes como Cliff Osmond y Carmen Argenziano.
- El primer diálogo y otra voz posterior, son de los mejores actores de doblaje de aquella época, con lo cual, o doblaban siempre los mismos cualquier tipo de película, que lo dudo, o se esperaba que fuera interesante y realzarla.
Para mi ha sido una interesante película de aventuras marítimas, con barcos, tesoros, acción ...
Y además hubo un momento que me resultó curioso como me vino a la mente, como encajaban los 4 protagonistas con los personajes de El equipo A. Cornel Wilde como Aníbal, Yaphet Kotto, como M.A. Barracus, el muchacho rubio como Fénix, y el amigo de Yaphet Kotto, extraño y con tartamudez, claramente como Murdock.
La parte quizás más débil de la película, las escenas submarinas, aunque no excesivas, y la falta de utilización de una mejor fotografía en las localizaciones en el Caribe.
Valoración: 6/10