Es ésta una película que vi varias veces cuando era pequeño hasta que la fueron dejando de emitir y que siempre ha estado entre mis favoritas.
Una película de aventuras con barcos con uno de los argumentos más atractivos que conozco, con un tesoro muy peculiar y una búsqueda y un emplazamiento del mismo muy original y diferente de los tesoros habituales.
Y es que las películas de barcos muchas veces se pueden hacer pesadas o monótonas, especialmente las bélicas, que además no sé por qué extraña regla suelen irse por encima de las dos horas de duración, o también las que sin ser bélicas se ruedan casi íntegramente a bordo de una embarcación.
Pero aquí los barcos quedan en segundo plano por la fascinante historia que cuenta la película, con una mezcla de vikingos y moros supongo que raramente vista en el cine en cualquier otra película, y en cuanto al género de vikingos propiamente dicho compartiendo ranking en lo más alto con Los vikingos, con Kirk Douglas y Tony Curtis.
Richard Widmark declinó hasta en cuatro ocasiones el papel hasta que finalmente lo aceptó con la condición de que su amigo Sidney Poitier encarnara el papel de malo, lo cual supuso que no lo hiciera Ernest Borgnine, y la verdad que la caracterización de Poitier es francamente buena, así como su
interpretación, con lo cual creo que fue un acierto seguir la recomendación de Widmark, el cual dijo sentirse apenado por ser demasiado mayor para el papel (rondaba los 48 años) y Poitier (uno de los actores más veteranos con vida todavía) dijo que Yugoslavia era el peor sitio en el que había rodado jamás.
Widmark, que tenía ascendencia sueca por parte de padre, con lo que no desentonaba mucho en esta película, era con sus 1,78 uno de los actores principales más bajos de aquella época, en la que había actores realmente imponentes, como John Wayne, Gary Cooper, Clark Gable, Burt Lancaster, Gregory Peck, Cary Grant ...
Fue nombrado para el Salón de grandes intérpretes de Western del National Cowboy and Western Heritage Museum en 2002, y es que sus principales papeles, a pesar de no tener una pinta especial de cowboy, fueron en este género, con grandes títulos como
- El jardín del diablo
- Lanza rota
- El sexto fugitivo
- La ley del talión
- Desafío en la ciudad muerta
- El hombre de las pistolas de oro
- El Álamo
- Dos cabalgan junto
- La conquista del oeste
- El gran combate
- Camino de Oregón
Una gran lista que lo hacen un poco el gran olvidado del western y un actor en general con poco reconocimiento.
El director a su vez quería a Ursula Andress como protagonista femenina, papel que finalmente interpretó Rossana Schiaffino, en una estructura muy típica de la época, dos grandes actores masculinos y una buena actriz femenina acompañándoles, quedando el resto en actores más secundarios, aunque con alguno destacado, y completando hasta con actores locales.
Valoración: 8/10