14 abril 2020

El gran miércoles (1978)









Parece mentira como gracias a una película, por un espacio de dos horas, puedas abstraerte de la cruda realidad y olvidar la pandemia que nos sacude (bueno, hay más pandemias pero no perjudiciales para la salud, como el ver series compulsivamente como si no hubiera otro tipo de actividades que hacer ahora mismo).

Y es lo que consigue esta gran película, que te hace llevar a un mundo más idílico, menos dañino y más amable que el actual. Mostrándote un ritmo y una filosofía de vida diferente.

Y es que quizás a quien no le habría gustado por un período de tiempo dedicarse a ese estilo de vida, el del surfista. Sin muchas preocupaciones, nada más que viajar de un lado para otro en furgoneta, por lugares poco transitados y siempre primando la naturaleza por encima de todo, y salir por un tiempo de esa espiral nociva que es la ciudad, el trabajo impenitente, su estrés, contaminación, ruido, masificación, ladrillos, sin apenas un mínimo espacio para algún parque o algo verde que pueda insuflarte aire limpio y esperanza.

Y es que en la búsqueda de argumentos poco manidos, y también relacionado con el deporte llegué hasta esta película de surf.
Una temática, que como ya decía ayer para los casos de Mad Max con las películas post apocalípticas, y de Conan para las aventuras fantásticas, está claramente marcada por la película Le llaman Bodhi y que encuentra el paralelismo con ésta en la presencia en ambas películas del actor Gary Busey, con unos años de diferencia eso sí, y con papeles diferentes.

Sorpendentemente esta película es poco conocida, a pesar de ser pionera, pegaba más en la época de los 70 con los Beach Boys todavía activos, pero tampoco es un género muy prolífico.

Aquí una lista más o menos extensa que no he explorado de películas que tienen alguna mínima relación con el surf


Surfing


Aunque estuvieron a punto de contar con Jeff Bridges en el papel de protagonista, este recayó sobre un menos conocido a posteriori Jan-Michael Vincent, fallecido el año pasado. Una especie de Tom Cruise pero fuera de época, ya que es prototipo de actor de los 80, pero él ya era mayor para esa década y su tipo de películas.
También se barajó a Tom Berenger para el papel que finalmente hace fantásticamente William Katt.

Creo que los actores seleccionados están todos francamente bien y la mayoría encajan bien o mejor que los mencionados. Chicos rubios con pinta de surferos, incluído Robert Englund (Pesadilla en Elm Street), aunque él no haga surf.

Los personajes principales de la película están basados en personas reales de la época y de la zona durante los años 50 y 60.

Dirigida por John Milius, con sólo 34 años y de la misma edad por ejemplo que Gary Busey, curiosamente su mayor éxito fue Conan, el bárbaro, de la que hablé justo ayer, y también dirigió otra película que ya comenté aquí hace tiempo, Los motoristas del miedo, precisamente con el desconocido hijo de Gary Busey en el reparto.


Pero la película es un alegato a la vida, a no cambiar o a no olvidar el pasado, lo que te ha hecho feliz, tu entorno, tus aficiones y sobre todo tus amigos.
La parte final es tremendamente emocionante por la unión y el vínculo que demuestran los personajes de los tres protagonistas, a pesar de el paso del tiempo y los problemas personales y externos que le hayan ido sucediendo a cada uno.
Pero sobre todo me parece el mejor momento de la película, a poco más de la mitad de la misma más o menos, cuando uno de los personajes a la pregunta de "¿Por qué brindamos?", le responde "Por los amigos, siempre por los amigos"

Como curiosidad en el escaso espacio de un mes, y de manera involuntaria, he visto El gran miércoles, El hijo del jueves y Por fin ya es viernes ...
Añadimos Fiebre del sábado noche y ya me queda menos para completar la semana cinematográfica.









Valoración:                                    9/10













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