Uno de los atractivos turísticos de EEUU, no de los principales claro pero si con mucha fama, es la Ruta 66.
Yo, desde que era pequeño quiero ir a los Estados Unidos, y siempre tuve la visión y la ilusión de coger una carretera casi en la costa este y acabar en la oeste, una Ruta 66 que pasara por los sitios que a mi me gustara.
Y por eso me gustan bastante las road movies, porque plasman una actividad que me gusta conducir, a la par que vas viendo paisajes habitualmente bonitos y poco poblados.
Todo eso, pensando claro, que iba a pasar por todos los sitios interesantes del país, pero evidentemente la realidad de la ruta 66 es otra, ya que no está completa y no transcurre por los sitios por los que a mi me gustaría circular.
Siempre pensé en que tendría que haber películas que retrataran esta icónica carretera de los Estados Unidos, pero precisamente en esta película no queda muy bien parada en mi opinión.
Hay una serie de los años 60, con el nombre Ruta 66, que seguramente sea la que más haya mostrado el espíritu de esta carretera interestatal, pero nunca tuve la oportunidad de verla, y no soy muy de series.
Al parecer en la escena final de esta película suena la canción principal de aquella serie.
La película no está mal pero se me queda floja en casi todas las cosas, sobre todo en la parte de la carrera de coches que debería ser el punto fuerte de la misma.
Aunque el principio he de reconocer que me pareció interesante, recordándome a El diablo sobre ruedas o Breakdown, cuando un coche circula tranquilamente por las carreteras del oeste y sin venir a cuento empieza a ser hostigado o perseguido por otro vehículo sin mediar ninguna palabra de por medio.
No había leído nada acerca de esta película y no sabía lo que me iba a encontrar, siendo de los 80 cualquier cosa es posible, pero no pensaba en esto precisamente.
Y es por el título y quizás por la imagen mental de Willem Dafoe en Calles de fuego, pensaba más en algo parecido a esta película que no en una road movie.
Pero Willem Dafoe es un actor camaleónico, con ese rostro que perfectamente da para interpretar cualquier tipo de papel, pero especialmente bueno para personajes un poco trastornados y peligrosos y más para películas de acción, misterio o incluso terror.
Pero bueno, tan pronto le podíamos ver en esas películas de acción o detective como derretirse ante los encantos de Madonna en El cuerpo del delito.
Aunque un poco más mayor que los actores de la generación de los nacidos principios de los 60 que irrumpieron con tanta fuerza en los años 80, evidentemente el no tenía esas mismas características físicas, lo cual no le privó de ser un actor importante en otro tipo de películas.
Valoración: 5/10
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